El vídeo no es más que un ejemplo de lo que se puede hacer con la tecnología ya disponible en el campo del maquillaje.
La técnica consiste en hacer un seguimiento de la cara y sus movimientos con sensores y después aplicar una proyección de luz sobre el rostro. El resultado es espectacular.
Su aplicación es sobre todo para el mundo audiovisual, y aunque no tiene una aplicación directa para el maquillaje personal, podría en un futuro, por ejemplo, usarse frente al espejo para probar distintas opciones de maquillaje.
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